Impúdicamente

IMPÚDICAMENTE

I
Atrapé secretamente entre otras cosas tuyas,
Tus dulces efluvios, ardores y antojos.
Les aumenté impíamente los míos,
Para vestirlos de sacrilegios y poemas rojos.

II
Una vez nutrido de tantas irreverencias,
Eché un vuelo idílico en alas del deseo.
Y bebí del cáliz de tu seno desnudo,
Bordando de versos tus delicias.

III
Le describí al mundo el amor y el fuego,
Esos bríos delirantes y locos, olorosos a desliz.
Las ocultas manías del juego amoroso, 

Que impúdicamente prendiste en mi piel.

Bernal Vargas

Cuando muere un amor.

CUANDO MUERE UN AMOR.
I
Cuando muere un amor,
No hay cielo, ni luna, ni sol, ni mar. 
Miras sin ver, oyes sin escuchar,
Y quieres sin querer.

II
Cuando muere un amor,
Muere algo dentro de ti,
Que ya no puedes explicar,
El corazón escapa de tu alma.

III
Cuando muere un amor,
Es mejor callar, salir en silencio,
Sin odios, sin penas ni glorias.
¡Para volver a empezar!

Bernal Vargas

Amar

AMAR


Amar es perder la razón,
En procura de ganar un corazón.
Es una dulce y sutil demencia,
Que te puede llevar a manicomio.


Bernal Vargas

El loco

EL LOCO

I
En la infame calle me tildan de loco,
Desobligado y vagabundo.
Porque me paso todo el día haciendo poemas,
¡No se dan cuenta que es mi profesión!

II
Me gradué en la Universidad de la Vida,
Pagué un alto precio por esta carrera.
Amores perdidos, ilusiones fallidas, algunas sonrisas,
Llantos solapados, y muchos sueños inconclusos.

III
Qué me importa que me digan el loco,
No quiero vivir en su falsa cordura.
De mis poesías haré mi alimento,
Y así, tejiendo palabras viviré.

Bernal Vargas

Parodia de un amor perdido

PARODIA DE UN AMOR PERDIDO


Buscar buscándote, 
Tocar tocándote, 
Amar amándote, 
Besar besándote,
Perder perdiéndote,
Llorar llorándote.


Bernal Vargas

El navío

EL NAVÍO

I
Sabía que en tu lecho fragante,

De pecados rojos y atardecidos.

Encontraría mi deseo el puerto,

Para estos placeres urgidos.

II

Navegue  el océano críptico,

De tu piel suave y desnuda.
Y arrié las velas de mi navío,
En la bahía blanca de tus pechos.

III

Anclé esta nave ferviente,
En la rosa perfumada.

De tu tibio y húmedo seno,

Astral, luminoso, vehemente.

IV

Rendido de amar con febril locura,

Me acunaste con tierna pasión.

Para darme la dulce calma,

Que la mar le había negado al corazón.

Bernal Vargas

Antigua amante

ANTIGUA   AMANTE

I
Hoy al verte a lo lejos mujer ajena,
Volvieron los recuerdos fugitivos.
A poblarme de ardientes deseos,
Y a llenar mis ojos de luz ladina.

II
Se agolparon en mi mente febriles apetitos,
De purpúreos ímpetus dormidos.
Fuego de olvidados días floridos,
Que derrochábamos amándonos a escondidas.

III
Y eché a volar la imaginación añil y grana.
En alas de un recuerdo afecto de ardores dormidos.
Y sin quererlo, subrepticiamente y en un cruel silencio.
¡Se me escapó un suspiro del alma!

Bernal Vargas

Mujer de media noche

MUJER DE MEDIA NOCHE

I

Buscaba la otra noche oblicua y sinuosa,

Saciar mis apetitos de alcoba y de rosas.

Me deslizaba silencioso y azul entre los lupanares,

En pos de tus anochecidos encantos, ¡Mujer fatal!

II

¡Te encontré! Y el deseo se hizo tu nombre y tu sino.

Dama de pérfidos hechizos liados en las sombras.

Sutil ardid usaste para encadenarme a tu piel,

Aquella noche de vendimia y pasión libidinosa.

III

Una vez hecho el pacto carnal en monedas y papel,

Nos fuimos a las cuevas de aquel viejo motel.

Un cuarto tibio y baladí, nos recibió vestido de media luz,

Despidiendo su acre y particular olor a pecado.

IV

Recorrí las colinas rasgadas de tus pechos,

Como peras maduras tributarias de dulzura.

Me embelesaste en el columpio de tus muslos rojos

Y anclé mi nave en el golfo de tus delicias.

  

V

Fui un mancebo que se ofrendó entero,

En el cáliz espurio de tu seno tibio y húmedo.

Atizado por la urgencia amorfa de este apetito,

Derramé en tu cóncavo refugio mis anhelos.

VI

Y después de unir este yugo fragoroso,

A tu deliciosa y mercantil  genitalidad.

Te levantaste impávida de aquella promiscua cama,

Me miraste fríamente, y te fuiste sin un adiós en la oscuridad.

Bernal Vargas

Infiel secreto

INFIEL SECRETO

I
Guardé el recuerdo de aquella noche,
Tallando el palpo de ese deseo.
La historia de nuestra piel desnuda,
En aquella cama de perfumados ángulos.

II
Te sigo visitando en mis sueños,
Pueblas mis anhelos de flores inconfesas.
Surcas los mares de mis reflexiones,
Y me martiriza tu más íntimo jardín.

III
Igual que esa noche de supremos ardores,
Vibra en nosotros la ígnea piel del pecado.
Y mis ojos indiscretos sobre los tuyos,
No saben guardar el infiel secreto.

Bernal Vargas

Amar amandonos

AMAR AMÁNDONOS

I

Amar, amándonos, sin ataduras,

Sin tiempo, sin distancia.

Con el deseo a flor de piel,

Con demencia desbordante.

II

Presas de una pasión letal,

Con los ojos muy abiertos,

Y las manos extendidas.

Como queriendo abrazar el firmamento.

III

En medio de la noche,

Somos cirios encendidos_,

Como estrellas deslumbrantes.

¡Amar amándonos!

IV

Entre risas y cantos,

Celebrando cada beso_, cada abrazo.

En un pacto,

De amor inmortal.

V

Ávidos del dulce néctar,

De nuestros labios cautivos.

Así, nos ataremos para siempre

¡Amándonos!

Bernal Vargas.

Paraíso

PARAÍSO

Si amar fuese pecado, el infierno sería un paraíso.

Bernal Vargas

Profano amor

PROFANO AMOR

I
Entre las esquinas de aquella cama,
En esos espacios purpúreos y silentes.
Piélago de ímpetus dormidos,
Florecen rosas de lasciva pasión.

II
Lamentos de un bardo enamorado,
Que con el corazón roto en la mano,
Roba palabras al cielo, azules odas,
Para derramar en ella sus poemas.

III
¿Donde estas ahora? Mujer perdida.
Ven, lléname de tus deliciosos pecados.
No me importa procurarme la condena,
Si el castigo eterno serán tus encantos.

IV
Y como atormentados jinetes del viento,
Llegan a su corazón esos lamentos.
Y regresará ella, a su perfumado lecho,
Y a la esencia misma de su amor profano.


Bernal Vargas

Pecando

PECANDO


Seguiré pecando, aunque me siga quemando en le infierno de sus delicias.


Bernal Vargas

La lluvia

LA LLUVIA

Me voy con la lluvia, me voy,
Hacia los mares desiertos de tu corazón.
Y reverdeceré los tiempos,
En que mis manos surcaban tu piel,
¡Izando velas en el tálamo del firmamento!

Bernal Vargas

Incinérame

INCINÉRAME.

I
¡Tú, mujer divina!
De mirada ardiente,
Que en el alma llevas,
El fuego del amor.

II

He caído irremediablemente,

Rendido a tus carnales encantos.

De geométricos ardores amarillos,

Y fuegos arrebolados de pasión.

III
Incinérame en es ígneo crisol, 
Que escondes celosamente en tu seno.
Me inmolaré en ti, ¡Calcíname con tus amores!

Luego, ¡Echa mis cenizas al mar!

Bernal Vargas

El jardinero

EL JARDINERO

I
Quiero el jardín de tu piel en mis manos,
La fragancia de tus madreselvas.
La frescura de tus labios de violeta,
Y el brillo de tus girasoles.

II
Déjame besar el ramillete más bello,
Sentir la tersura de sus pétalos,
Que brotan henchidos,
Entre las columnas de tus piernas.

III
Seré tu jardinero eterno,
El que cultivará la dulzura de tus caricias,
Sembrando de pasión nuestros encuentros,
Para ser por siempre, el íntimo guardián de tus secretos.

Bernal Vargas

El pensador

EL PENSADOR

Cuando te fuiste,
Pensé que pensando
Te dejaría de pensar,
Pero pensé mal, te seguí pensando.
Por eso ahora no quiero pensar,
Aunque deba de seguir pensando.


Bernal Vargas

Lecho de amor

LECHO DE AMOR

I
En el lecho de los enamorados,
Yacen historias muy extrañas.
Algunas cuentan sobre flores negras,
Otras sobre rosas rojas refulgentes de pasión.

II
Hay lágrimas de dolor y lágrimas de placer,
Besos de fuego y de traición.
La dualidad en el amor no es una excepción,
Los amantes giran entre lo profano y lo divino.

III
Y en esos giros de la vida,
Unos vuelan en alas del amor sublime,
Y otros mueren desesperados en el olvido,
Por eso, ama ciegamente sin importar el destino.

Bernal Vargas

La Creación

LA CREACIÓN

I
Mira apaciblemente bajo el estrellado cielo,
Y siente suspirar la creación en tus oídos.
Cada estrella, como cada hoja de un árbol,
Son hechas en el mismo crisol en que fuiste creado.

II
Palpita de emoción y alegría,
Cuando el agua fresca del manantial moje tu piel.
Piensa en el recorrido que ha hecho para llegar a ti,
Dando vida a tantas cosas.

III
Atiende los sonidos de la naturaleza,
Y escúchalos con todo tu ser.
Como una obra del genio divino,
En el mayor concierto jamás escrito.

IV
No dañes, no persigas, no maltrates,
No juzgues, nada de lo creado.
Un pájaro, una flor, una mariposa o un niño,
Son piezas vitales, en el avance de tu existencia.

V
Pisa suavemente el suelo bajo tus pies,
Está lleno de leyendas de amor apasionado,
Y de incontables tragedias,
Y algún día tú serás parte de él.

VI
Bebe del vino encarnado y seductor del amor,
Y sin reservas, embriágate.
Luego reparte ese regalo a todos,
Para que recuerden la luz que brilló en tus ojos.

VII
Ama a todo lo viviente con esmero y pasión,
Y a todo lo que inerte, creas que no tiene vida,
Pues el alfarero que hizo la copa en que bebes,
Dejó parte de su existencia en ella.

VIII
Y no te afanes por nada,
Porque al final del camino,
Tu espíritu será depositado,
En el cáliz cósmico del universo.

IX
Y regresas de nuevo al ciclo infinito de la creación.
De una forma distinta,

En otra piel, en otro cuerpo.
Y a ser parte, de otra historia.

Bernal Vargas

Siembra

SIEMBRA


Siembra un árbol y hazle un poema, 
Después verás crecer en sus hojas tus palabras. 


Bernal Vargas

Silencio nevado

SILENCIO NEVADO


I
He pasado en un silencio nevado,

Largas noches detrás de tu huella.
Tratando de encontrar tu aliento,
No pienso, no quiero pensar en tu ausencia.

II
Árboles inmensos llenos de mutismo,
Acompañan mis pasos perdidos.
Compañera de vuelos lúdicos, ¿Dónde estas?
¿Dónde tus escarpados pechos?, ¿Dónde tu mirar?

III
De soledades vestiste mis sonrisas,
De frío glacial mis manos agonizan.
¡Hoy!, en la desdicha de esta muerte lenta,

Solo tu recuerdo alienta, mi última partida.


Bernal Vargas

Canto a la libertad

CANTO A LA LIBERTAD

I
Gritaré tu nombre en las calles, en los tejados,
En los montes, los campos, y los valles.
Con el alma en la mano, y la piel enardecida, 
Arrancándole suspiros a la vida, ¡Libertad! 

II
Y anhelará el mundo tu existencia, 
En pos de ti mares y astros giraran. 
Y aunque tu nombre quieran mancillar, 
No habrá poder que te pueda ocultar. 

III
Con cadenas, cárceles, y grilletes, 
Te han querido avasallar, ¡Libertad! 
Pero incólume, radiante y etérea, 

Emerges impetuosa en la adversidad. 

IV
Los pobres, los oprimidos, y olvidados, 
Los que por su color o creencia. 
Han sufrido la maldad y tu ausencia, 
Son tus hijos más amados, ¡Tu esencia, Libertad! 

V

Alas poderosas te impulsan a volar, 
¡Justicia!, ¡Paz!, ¡Amor y Fe! 
Anhelos permanentes de la humanidad, 
Hacen que el alma se inflame, ¡Libertad!

Bernal Vargas

Levántate

LEVÁNTATE

Desde que te conocí,
me siento como Lázaro, 
¡Me resucitaste! 

Bernal Vargas

Elfo errante

ELFO ERRANTE

I
¡No tengo miedo!

Me llaman corazón salvaje, ¡Elfo errante!

Mis canciones, mis danzas, y mis poemas,

No conocen el camino oscuro del miedo.

II
Sigo la ruta diáfana de las aves del cielo,

De las criaturas de los montes y los mares.

Vivo así libremente, ¡Todo lo puedo ganar!

En este circulo vital y delirante.

III
Me he lanzado a la vida,

La muerte será mi amiga, ¡Mi amante!

La disfruté mas que a la vida misma,

Ella posee su propia belleza, su encanto.

IV
La vida es cotidiana y predecible,

Ciclo que atrapa, que vence y mata.

No temo, solo vivo aquí y ahora y nada más,

Mi salvaje corazón, le da la razón a mi existencia.

Bernal Vargas

Vida y muerte

VIDA Y MUERTE

I
La Vida es un soplo del ocaso,
Que a diario mueve las velas de mi navío.
Enrumbándome hacia mi destino final,
¡La Muerte!

II
La Muerte, es un viento de la alba.
Que inexorablemente y en silencio.
Llevara este velero a su nuevo destino,
¡La Vida!

Bernal Vargas

La Fuente

LA FUENTE

I

Mujer que en tu seno

Llevas la fuente del amor.

Derrama un poco de tu dulzura,

Sobre mis cansados pasos.

II
Sobre esta boca sedienta,

Encima de las memorias muertas.

Y de mis sueños perdidos,

¡Sobre estos ojos llenos de olvido!

III
Sobre mi piel marchita,

Y mis resecos labios.

Para no olvidarme nunca,

De la palabra, ¡Amor!

Bernal Vargas

Apasionados deseos

APASIONADOS DESEOS

I
Seré el aire que respiras,
Penetraré tu piel, circularé en tu sangre,
Impregnaré tu cuerpo, veré por tus ojos,
Oiré por tus oídos, sentiré por tu tacto.

II
Seré tu aliento, volátil, sediento,
Creceré contigo día a día.
El agua que bebes y se derrama en tu cuerpo,
El beso impúdico en tu piel ardiente.

III
Impulso vital de tu corazón,
Fuego visceral en tus entrañas.

Sangre que infama tu cuerpo,
Y enrójese tus labios de grana.

IV
Mi corazón, efigie triangular.
Palpitará al ritmo de tus caderas.
Y mis ojos delirantes brillarán,
A la luz de tu cándida mirada.

V
Buscaré noches obscuras contigo,
Las prenderé de besos,
Y caricias apócrifas,
Que ocultaremos en el tiempo.

VI
Me fundiré en tu cuerpo,
Derramaré mi copa en tu íntimo seno.
Y dejaré que la espiga brote y maduré,
¡Encarnizado a tu piel!

Bernal Vargas