I
He pasado en un silencio nevado,
Largas noches detrás de tu huella.
Tratando de encontrar tu aliento,
No pienso, no quiero pensar en tu ausencia.
II
Árboles inmensos llenos de mutismo,
Acompañan mis pasos perdidos.
Compañera de vuelos lúdicos, ¿Dónde estas?
¿Dónde tus escarpados pechos?, ¿Dónde tu mirar?
III
De soledades vestiste mis sonrisas,
De frío glacial mis manos agonizan.
¡Hoy!, en la desdicha de esta muerte lenta,
Solo tu recuerdo alienta, mi última partida.Tratando de encontrar tu aliento,
No pienso, no quiero pensar en tu ausencia.
II
Árboles inmensos llenos de mutismo,
Acompañan mis pasos perdidos.
Compañera de vuelos lúdicos, ¿Dónde estas?
¿Dónde tus escarpados pechos?, ¿Dónde tu mirar?
III
De soledades vestiste mis sonrisas,
De frío glacial mis manos agonizan.
¡Hoy!, en la desdicha de esta muerte lenta,
Bernal Vargas
3 comentarios:
Este mutismo voluntario o impuesto! por las circunstancias o el sentimiento! es un silencio que tiene color, olor, temperatura; en fin varias características organolépticas que lo hacen todavía más especial! Manera genial para no pensar en la ausencia, mientras el recuerdo sirve para recobrar el aliento...qué bien que el espíritu no agoniza!son tan sólo las manos nada más; ante tan congelado silencio! Felicidades Bernal!
Que buen comentario querida Siddey, de verdad que has captado la esencia misma de este poema, denotan tus palabras tu cultura poética, ademas de una sensibilidad extraordinaria, muchas gracias por tu inestimable colaboración.
UN BELLO RECUERDO QUE SE REFUGIA EN EL SILENCIO DE UN AMOR PERDIDO , AUSENTE Y LEJANO , SALUDS
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