I
Encallaron mis manos esa noche en la playa
Trémula y desnuda de tu piel ardiente.
Y en el ígneo crisol de nuestros besos,
Encallaron mis manos esa noche en la playa
Trémula y desnuda de tu piel ardiente.
Y en el ígneo crisol de nuestros besos,
Empezamos a fundirnos suavemente.
II
Prendido el fuego abrazador de esa pasión,
Absortos y perdidos en las llamas del amor.
Nuestros pechos como volcanes encendidos,
Derramaban mil suspiros de emoción.
III
Prendido el fuego abrazador de esa pasión,
Absortos y perdidos en las llamas del amor.
Nuestros pechos como volcanes encendidos,
Derramaban mil suspiros de emoción.
III
Al llegar el alba con su luz abrazadora,
Exhaustos de amar, con esfuerzo sobrehumano,
Desencallé mis manos de tu carne desnuda,
Abordé mi velero, y lo eché a navegar.
Exhaustos de amar, con esfuerzo sobrehumano,
Desencallé mis manos de tu carne desnuda,
Abordé mi velero, y lo eché a navegar.
Bernal Vargas
6 comentarios:
hermosa despedida de amor poeta y muy poética ,versos que tienen aliento a mar y velero y a música de besos ,
Guauu, cuanta pasión, arranqué mis manos, adoré el velero y seguí mi viaje en el amor, precioso Bernal, un abrazo!!!
Qué noche! Qué playa! A la que este apasionado marinero arriba! definitivamente llegó a buen puerto! Qué más…hasta pudo encallar sus manos a una piel ardiente y desnuda! Al igual que él, ella, dispuesta a vivir intensamente el fuego del amor! Ambos con la fuerza de un volcán, pero en plena erupción! Ya encallados; cuál embarcación que ha dado en un banco de arena o piedras, disfrutan plenamente esos momentos! Como si se trataran de los últimos instantes de sus vidas! Pues saben que al llegar el alba, la separación se hace inminente… pero lo dieron todo!... y la vida sigue! Sua actividades también! Felicidades Bernal! Tremendamente romántica su creación!
Gracias Siddey, que hermosa descripción haces de este poema, diría que tu comentario literalmente es otro bello poema.
Admiro mucho la forma en que tejes las palabras, bienvenidos tus comentarios.
Gracias Silvia, la pasión se lleva en el corazón, como una flama, en la tierra en el cielo o en el mar.
Si Jairo, despedirse después de amar, es el sino de los marineros, y de otros que no lo somos.
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