LA LÁMPARA
I
Cuando eras parte del universo no manifiesto,
Mi urgente deseo te formaba en silencio.
Te escupían mis sueños sin conocerte.
Y en el fuego de mis anhelos te fraguabas.
II
Así, poco a poco, suavemente,
Como el genio de la lámpara.
Un día te manifestaste en mi existencia,
Para convertir en realidad mis deseos.
III
No sabía tu nombre, tu procedencia, ni tu linaje,
Solo sabía que eras tú, mi bien esperado.
La mujer, la compañera, la amante,
Un bello pensamiento, ¡Intensamente anhelado!
Bernal Vargas.
3 comentarios:
Sencillamente precioso. Las cositas suavecitas siempre entran mejor, un fuerte abrazo Bernal!!!
un canto al espíritu del amor, cuando sólo era una presencia amorfa un sentir , un anhelo, una idea del corazón y que luego se hizo realidad
Damos forma a la realidad en la mente, con nuestros pensamientos creamos el mundo, si podemos imaginar algo lo podemos hacer realidad, depende de la pasión y la fuerza del deseo que pongamos en nuestro corazón.
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