ÁTAME
¡Átame Dios mío! ¡Átame pronto!
Ella es un amor
Que no me pertenece.
Ya no soporto este estremecimiento.
Quiero correr alocadamente y encontrarla,
Y arrojar a sus pies mi sentimiento.
Como torrente indómita
Este ardor se derrama de mis manos.
Sus caricias atizaron el fuego,
Y sus besos vertieron luz en mi lecho.
Rasgaron los velos de mi alcoba
Suspiros dulces como la miel.
Clamores indecibles y volátiles
Fraguaron la locura de mi piel.
Ahora la busco
¡Sólo quiero amarla!
Sosegar este animal salvaje.
Y apaciguar los delirios de este mal.
Que en mi pecho ya no tiene final.
Bernal Vargas
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