AUGURIO
Amor mío,
en el monte de Venus,
invocaré tu nombre.
Será como una profecía,
un vaticinio para mi alma,
decretado por tu piel.
Cuanto más te pienso más te siento.
¡Mi disoluto tormento!
Tanto da el molino,
como azota el viento.
Seguiré tu huella,
sol cautivo,
mar de fuego.
Tras tus deleites mi alma vuela,
mi pecho inflamas,
la carne encela.
Amorece mi piel,
y el latido lánguido
de este penitente corazón
te sigue con inmutable pasión.
Aunque el pecado florece,
en el néctar dulce,
de tu encendido pecho.
No cejaré jamás de buscar,
tu prohibido lecho.
Como un nocturno augurio
de intenso placer,
me visitarás de nuevo,
oculta entre tus velos mujer.
Y en la cuenca mágica
de tu pulcro seno,
verteremos la simiente,
hasta el amanecer.
Bernal Vargas.
Espacio literario donde se plasma el sentir poético de un hombre que a lo largo de los años de trajinar muchas veredas en esta vida, ha escrito una serie de poemas y pensamientos que describen ese recorrido existencial y hoy quiere compartirlos con todos ustedes, los amantes de la literatura y la poesía. ¡Acompáñeme por este mundo de sueños e ilusiones!
sábado, 31 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
Navegar
NAVEGAR
¡Navegar!
Seguir ese río sinuoso
que la vida hilvana en el alma de uno.
Rebuscar en el tiempo otros tiempos,
claros parajes en el bosque de la existencia.
Trajinar despacio al filo de la luna.
¡Y soñar!
Soñar con cielos luminosos,
tierras nuevas, otros mares
nuevos amores y otros sustentos.
Pasar de un lado a otro,
conquistar cumbres prohibidas,
y sentir la vida como muchas vidas.
Tal es nuestro destino.
Vivir el tiempo y el deleite,
la luz, el amor,
el dolor y el sufrimiento,
como el molino vive el viento.
Somos aliento divino
sobre materia inerte.
¡Navegar!
Seguir ese río sinuoso
que la vida hilvana en el alma de uno.
Rebuscar en el tiempo otros tiempos,
claros parajes en el bosque de la existencia.
Trajinar despacio al filo de la luna.
¡Y soñar!
Soñar con cielos luminosos,
tierras nuevas, otros mares
nuevos amores y otros sustentos.
Pasar de un lado a otro,
conquistar cumbres prohibidas,
y sentir la vida como muchas vidas.
Tal es nuestro destino.
Vivir el tiempo y el deleite,
la luz, el amor,
el dolor y el sufrimiento,
como el molino vive el viento.
Somos aliento divino
sobre materia inerte.
Como aspa gigantesca,
el alma vuela y el camino
forjamos nuestro sino.
Bernal Vargas
el alma vuela y el camino
forjamos nuestro sino.
Bernal Vargas
domingo, 18 de diciembre de 2011
¡Te exhorto!
¡TE EXHORTO!
Eleva tu naturaleza,
la fuerza y el coraje.
La libertad sin cortapisas,
el deseo y tus sonrisas.
Demanda tu faena,
con trajinar renovado.
Apela a tus ilusiones
y a tus más caros anhelos.
A ese ímpetu que nace en tu pecho.
y mueve tus entrañas.
De tus manos ostenta la fuerza,
en tu frente el sudor del trabajo.
De tus labios la palabra honesta,
inapelable, tácita y transparente.
Busca tu esencia y tus bríos,
ese empuje que sublima la perfección
y te eleva a los cielos.
¡Levanta la mirada!
Mira tu rostro,
escudriña tu destino,
aún tienes el tiempo.
Siente un corazón vibrante
y una alma que enalteces.
Todo eres tú,
y tu mundo
deviene de ti.
Te esperan la tierra, la lucha,
las estrellas, el mar y el amor,
el logro y el deleite.
No desmayes, no dejes tu destino,
insiste, reta y sueña.
¡No pares!
Deja las minucias que te distraen.
Que la vida te exige grandeza.
Enfrenta tus miedos,
visible, real y sereno.
¡Se tu mismo!
¡La Gloria es tu destino!
Bernal Vargas
Eleva tu naturaleza,
la fuerza y el coraje.
La libertad sin cortapisas,
el deseo y tus sonrisas.
Demanda tu faena,
con trajinar renovado.
Apela a tus ilusiones
y a tus más caros anhelos.
A ese ímpetu que nace en tu pecho.
y mueve tus entrañas.
De tus manos ostenta la fuerza,
en tu frente el sudor del trabajo.
De tus labios la palabra honesta,
inapelable, tácita y transparente.
Busca tu esencia y tus bríos,
ese empuje que sublima la perfección
y te eleva a los cielos.
¡Levanta la mirada!
Mira tu rostro,
escudriña tu destino,
aún tienes el tiempo.
Siente un corazón vibrante
y una alma que enalteces.
Todo eres tú,
y tu mundo
deviene de ti.
Te esperan la tierra, la lucha,
las estrellas, el mar y el amor,
el logro y el deleite.
No desmayes, no dejes tu destino,
insiste, reta y sueña.
¡No pares!
Deja las minucias que te distraen.
Que la vida te exige grandeza.
Enfrenta tus miedos,
visible, real y sereno.
¡Se tu mismo!
¡La Gloria es tu destino!
Bernal Vargas
martes, 6 de diciembre de 2011
Características patológicas de enamoramiento.
CARACTERÍSTICAS PATOLÓGICAS DEL ENAMORAMIENTO.
El mayor síntoma de ese síndrome llamado enamoramiento, es la locura o demencia sutil en que cae el enamorado, su mundo ya no es igual, las percepciones cambian, todo es dulce, todo adquiere un tenue color de rosa, hasta el aire que respira tiene otro aroma. Sus ojos brillan con una belleza prístina, y una sonrisa leve y constante delata esta rara enfermedad.
Algunos han buscado curas mágicas, brebajes y pócimas para enfrentar tan seria amenaza, que según se cree data de tiempos inmemoriales, tan antiguos como el mismo jardín del Edén .
Pero hasta la fecha y con todos los adelantos científicos y tecnológicos con que contamos, no se ha hallado una cura, todos los intentos han fracasado, desde lavados de cerebro, y electrochoques, pasando por miles de píldoras, para el dolor, la ansiedad, y la depresión.
Esta extraña enfermedad, además, produce un síntoma en extremo raro, el que la padece no quiere bajo ninguna circunstancia sanar, por el contrario cada día enferma más, no sabe que le pasa ni quiere saberlo, solo vibra al son de su corazón enamorado, y vuela en alas de su imaginación que se agita llena de pasiones increíbles.
Por todo lo anterior, se ha declarado como una enfermedad incurable, contagiosa en extremo, además rastrera y mortal algunas veces.
El mayor síntoma de ese síndrome llamado enamoramiento, es la locura o demencia sutil en que cae el enamorado, su mundo ya no es igual, las percepciones cambian, todo es dulce, todo adquiere un tenue color de rosa, hasta el aire que respira tiene otro aroma. Sus ojos brillan con una belleza prístina, y una sonrisa leve y constante delata esta rara enfermedad.
Algunos han buscado curas mágicas, brebajes y pócimas para enfrentar tan seria amenaza, que según se cree data de tiempos inmemoriales, tan antiguos como el mismo jardín del Edén .
Pero hasta la fecha y con todos los adelantos científicos y tecnológicos con que contamos, no se ha hallado una cura, todos los intentos han fracasado, desde lavados de cerebro, y electrochoques, pasando por miles de píldoras, para el dolor, la ansiedad, y la depresión.
Esta extraña enfermedad, además, produce un síntoma en extremo raro, el que la padece no quiere bajo ninguna circunstancia sanar, por el contrario cada día enferma más, no sabe que le pasa ni quiere saberlo, solo vibra al son de su corazón enamorado, y vuela en alas de su imaginación que se agita llena de pasiones increíbles.
Por todo lo anterior, se ha declarado como una enfermedad incurable, contagiosa en extremo, además rastrera y mortal algunas veces.
Bernal Vargas
domingo, 4 de diciembre de 2011
Tu pecho
TU PECHO
Siento mares rompiendo en la boca.
Luz de luna sobre mi manos,
y en este corazón colocas.
¡Voy a tu encuentro y me provocas!
Esta savia que llevo dentro,
me impulsa a buscar tu pecho,
y ensalzarme en tu lecho.
Seré un explorador
de esas cumbres de nácar.
Que obsesionan mi ser,
y me subyugan a tu piel.
Enardecida y vibrante
con sólo un roce,
Siento mares rompiendo en la boca.
Luz de luna sobre mi manos,
y en este corazón colocas.
¡Voy a tu encuentro y me provocas!
Esta savia que llevo dentro,
me impulsa a buscar tu pecho,
y ensalzarme en tu lecho.
Seré un explorador
de esas cumbres de nácar.
Que obsesionan mi ser,
y me subyugan a tu piel.
Enardecida y vibrante
con sólo un roce,
de esos brotes rosados
en mis labios sublimados.
Bernal Vargas
en mis labios sublimados.
Bernal Vargas
jueves, 1 de diciembre de 2011
Este amor
Puedes tomar este amor con un gotero
y verterlo gota a gota
sobre tu lecho.
También ponerlo en un florero
y llenarlo de rosas,
hasta que sea solo un recuerdo.
Puedes congelarlo en la nevera,
para descongelarlo a tu regreso.
Incluso puedes guardarlo
en un cofre y enterrarlo.
Incinerarlo
y esparcirlo en el mar.
O beberlo como un ardiente elixir
y embriagarte queriendo morir.
Pero nunca podrás,
desterrarlo de tu pecho sin sufrir.
Bernal Vargas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)