viernes, 2 de septiembre de 2011

El árbol de la vida

EL ÁRBOL DE LA VIDA

I
Cuando nos amamos, asumí tu piel,
Como continuación de la mía.
Y fuimos un tejido sagrado,
Como una amalgama de barro.

II
Navegamos mares, bajo un sol oblicuo.
Buscando un puerto, para anclar la nave.
Transitamos las sendas del tiempo,
Juntos en piel y sangre.

III
Nos hicimos uno, fusión perfecta.
En un abrazo mecimos nuestras almas, las trenzamos.
Y en la trama sutil y azul de la existencia.
Mezclamos la simiente en tu copa.

IV 

Luego germinó en tu vientre la semilla,
Oh, portento que la creación te dio.
¡A ti, y sólo a ti mujer!
Para hacerte el ente supremo del universo.

V
De nosotros brotó la vida.
Y en ella nos perpetuamos.
Por eso lo femenino y lo masculino,
Se acrisolan y perviven en cada uno.

VI
Hoy me manifiesto como hombre.
Y ante ti, me arrodillo ¡Mujer!
Al ver la magnificencia de tu ser.
Que da continuidad a la vida.

VII
Lo trascendente, lo inmortal, lo etéreo.
¡El árbol de la vida! Está en tu sangre, 
Yo apenas soy un pequeño fragmento de la historia,
Que armas en tu sagrada concavidad. ¡Mujer!

Bernal Vargas

4 comentarios:

lanalanacarolanna dijo...

Precioso!Que suerte encontrar ese alma gemela y disfrutar al cien por cien de su belleza tanto interna como externa.Aún que tambien es un camino dificil.Pero un camino de vida!Una sonrisa trovador!

Unknown dijo...

Gracias Lana, este poema es una ofrenda a la mujer, a ses genero bello e inmutable que tu representas ahora.

jairo poveda dijo...

¡El árbol de la vida! Está en tu sangre, Yo apenas soy un pequeño fragmento de la historia,
Que armas en tu sagrada concavidad. ¡Mujer!
esto es maravilloso poeta , tienes una gran verdad poética aquí, sublime canto de amor y unión , saludos bernal

Anónimo dijo...

Bellas imágenes y muy enamoradas... Gracias por compartir. Un fuerte abrazo.