lunes, 22 de agosto de 2011

Alucinando

ALUCINANDO

I
Una medianoche melancólica,
Pasaba, muy endeble y cansado.
Sobre los transitados caminos de la vida,
Y los serenos libros dejados de lado.

II
Me iba venciendo un sueño y caí dormido,
De pronto, un crujir de dientes.
Un estertor infame que me escalofriaba,
Como una chispa agonizante en el alma.

III
Desesperado anhelaba la mañana,
Pero las horas se ataban férreamente.
A  las manecillas del viejo reloj,
Que con su tic tac, rumiaba mi agonía.

IV
Toda mi alma ardía dentro de mí,
Un ave rapaz me observaba en silencio.
En un crudo silencio que me calaba los huesos,
Ella esperaba taciturna mi muerte.

V
Pero en una pirueta de la vida, ¡Desperté!
Salí de la nefasta pesadilla, ¡Y llegó la luz!
Y la mañana radiante y esplendida me decía,
¡Adelante es el camino, tu destino es la vida!

Bernal Vargas

6 comentarios:

Bitty dijo...

Genial Bernal, como siempre. Esas pesadillas que te quitan el respiro, te atormentan y te dejan temblando y con el corazón latiendo a mil!!! Leyéndote se me eriza la piel ya que todos tenemos alguna vez alguna de ellas. Gracias a Dios hasta ahora podemos despertar. Un abrazo.

Diana Profilio dijo...

¡Bellísimo poema! Inquietante como ese mundo onírico que nos transporta hacia los confines del subconciente (y que afortunadamente, nos trae de vuelta...) Un beso grande y felicitaciones!!!

Anónimo dijo...

Precioso para variar, benditas letras amigo!!!

Unknown dijo...

Gracias Betty, la pasión por escribir a veces nos lleva a mundos donde el subconsciente es el reino, pero como tu dices despertamos de nuevo a la cotidiano.

Unknown dijo...

Gracias Diana, es inquietante el mundo del subconsciente.

Unknown dijo...

Silvia, muchas gracias por tu comentario, me hacia mucha falta saber de ti.