domingo, 28 de agosto de 2011

Lúbrica morada

LÚBRICA MORADA

I
Amé sus ventanas y sus cortinas,
Las tablas de madera vieja.
Los clavos y las cornisas,
Los adobes que hacían su piel.

II
Tuve romances nocturnos detrás de sus puertas,
Que fueron trípticos en mi epidermis.
Fugases momentos de éxtasis azul marino,
Sobre olas de deleites inconfesables.

III
Entre sus paredes ella fue mi primer amor,
La amé con la ternura propia de la inocencia.
A cambio tuve el fuego, y el vértigo de la pasión.
Que marco mi existencia cuando abrí sus pétalos.

IV
Antes de ella mi mundo era cándido,
Transparente, inocente y etéreo.
Después de ella, es fuego, instinto avivado,
Deseo inconfesable y delirio por tenerla.

V
Por eso, esa lúbrica morada,
Está en mis entrañas, es un tatuaje en el alma.
Fue el principio de un camino sensual, 

¡Que ya no conoce final!

Bernal Vargas

2 comentarios:

jairo poveda dijo...

el poeta tiene un a imagen de amor con recuerdos llenos de pasión , bellos versos poeta , saludos y abrazos amigo

Unknown dijo...

Gracias Jairo, tienes razón, los recuerdos son un filón dorado para nuestra poesía.